lunes, 1 de octubre de 2012

Capítulo 7


Como si leyera mi pensamiento la mujer se aseguró de que los tres estuviéramos dentro del cuarto, cerrando por segunda vez la puerta con candado. Hasta que no oí sus pisadas descendiendo por las escaleras no empecé a hablar:
-                A ver chicos, ya os lo explicaré más detalladamente en cuanto salgamos de aquí. ¿Os acordáis los dos de Jorge?
Asintieron a la vez moviendo la cabeza arriba y abajo.
-                Bien. Pues estamos en su casa y su mujer y él saben que no somos habitantes de este pueblo. ¿Que qué hacemos? Escapar y correr tan lejos como podamos.
Los dos estaban desconcertados, lo que les acababa de contar había sido como un bofetón y no sabían cómo reaccionar. Así que les tuve que espabilar:
-                Venga, venga. Rapidito que no tenemos tiempo de dormirnos ahora.
-                Joe ¿Y mi ducha?- Adán y su sentido del humor.
Hice caso omiso a su pregunta y en cuanto los dos se levantaron de la cama arranqué las sábanas y empecé a unirlas mediante nudos. Eloy reaccionó bastante bien y no dudó en ayudarme y unirse a mi plan.
Cuando verificamos que las sábanas iban a soportar nuestro peso sin desatarse, las enrollamos al pomo de la puerta y más adelante a la pata de una mesa que parecía ser lo suficientemente pesada como para no moverse.
A continuación lanzamos parte de una sábana por la ventana mientras sostenía la tela restante. Los dos chicos se quedaron atónitos al ver la altura que había desde aquel tercer piso. Sin duda estaban alarmados, por eso, sin más dilación agarré la tela con fuerza enredándomela por las manos y salté.
Una vez pendía en el aire me enredé las sábanas alrededor de mis piernas y rodeando mi cintura a modo de arnés. Los chicos creían que iba a descender hasta abajo, pero no. Era imposible bajar tanto con tan pocos recursos. Por suerte nos encontrábamos en la última planta del edificio y mis intenciones eran las de subir al tejado cogiendo impulso contra la pared.
Así pues, imaginándome la cara de sorpresa de mis dos acompañantes empecé a flexionar las piernas y volver a estirarlas mientras veía que alcanzaba altura. Tanto tiempo practicando el motocross había cambiado mi cuerpo; estaba mucho más musculoso y mis piernas saciaban mi necesidad de ascender en el aire. Repetí la misma acción durante varios intentos de agarrarme a una cañería que sobresalía a lo alto de la ventana.
Los chicos me miraban sorprendidos y cuando llegué a sobrepasar la ventana y a acercarme a la cañería que se encontraba a algo más de un metro hacia la derecha, los dos unieron sus brazos de forma que pudiera impulsarme en ellos y alcanzar aquel saliente.
Agarrándome como podía y dejando a un lado el cansancio que me había supuesto hacer todo aquel esfuerzo alcancé las tejas con la mano que me quedaba libre. Mis piernas en el aire eran un peso muerto, pues Adán y Eloy se encontraban a demasiada distancia como para seguir ayudándome. Aún y así una vez arriba logré incorporarme y rápidamente busqué algo a lo que atar las sábanas para que los dos chicos pudieran escalar por ellas. Fue en vano. Ahí arriba no había nada a lo que sostenerse. Lo único que me quedaba por intentar era dejar la tela enrollada a mi cuerpo y agarrarme lo más fuerte posible a lo alto del tejado que por suerte no era demasiado inclinado.
Una voz sonó desde abajo:
-                Arlaiss ¿Estás bien? ¿Podemos subir ya?- Era Eloy, impaciente por salir de ahí.
-                Sí. Id escalando por las mantas y agarraos a los salientes. Chicos... ¡Tened cuidado!
Dicho esto Eloy comenzó con la huída. A mí me había tocado la parte más costosa, pero a ellos la más peligrosa; no tenían nada que les sujetara en caso de resbalar.
Poco a poco Eloy consiguió llegar hasta mi posición y ocupó mi lugar para que yo descansara.
Cuando Adán nos alcanzó volvimos a lanzar las sábanas hacia abajo para que el matrimonio creyera que no habíamos huido por el tejado. Que sacasen ellos sus propias conclusiones.
Justo al otro lado se encontraban las escaleras de incendios. Anda que ya podían estar por donde habíamos salido, nos habríamos ahorrado un gran esfuerzo.  Los chicos no se habían dado cuenta, pero a mí me gustaba detenerme a mirar a mi alrededor. Es más, cuando las vi me recordaron a las películas americanas.
Descendimos los escalones rápidamente y tratando de ser silenciosos, aunque estos, al ser de metal nos dificultaban bastante la huída.
Estando ya abajo corrimos intentando pasar desapercibidos, pues con la cara de terror que debíamos de tener y las prisas que llevábamos resultaría obvio que nos escapábamos de algo. A pesar de eso no había demasiada gente transitando las calles y finalmente llegamos hasta la costa.
Nos sentamos detrás de una enorme roca y descansamos mientras notábamos cómo nuestras pulsaciones iban bajando a la vez que se nos pasaba el sofoco. Había sido una huída exitosa.
Miré a los chicos tumbados en la arena y me dieron ganas de abrazarlos. Hacíamos un gran equipo:
-                Bueno, por fin llegó la calma.- Dije para entablar conversación.
-                A ver hasta cuando dura.- Contestó Eloy.
Eso es todo lo que pudimos hablar, estaban tan cansados que se tumbaron a dormir.
Aburrida y exhausta por esa extraña situación me alejé de ellos y exploré la zona en silencio. Bueno, mi cabeza hablaba sin parar.

5 comentarios:

  1. Buenas, ya soy seguidor,

    mi blog es http://www.javisfc.com/

    gracias, saludos

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  2. Heeey!! Megustamegustamegusta :D No entiendo aún muy bien de que va o que quieren esos señores misteriosos ¬¬ pero bueno, espero pronto más capítulos jajja :) Me cae bien Adán jajaja ¡Saludos!

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    1. wiii mealegromealegromealegro :)) ya entenderás jajaja quiero alargarlo bastante y que no se acabe enseguida, así que ya veré como lo hago. Espero tener el siguiente capítulo para el próximo finde jajaja muuuuuuchas gracias por comentar! Adán es un payaso :P Hasta otra!

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    2. Jajajja pues me parece bien xD Así se podrá disfrutar más de la historia *^* La espera se me hará bastante larga T_T Comentar hace feliz a la gente y es gratis :D

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    3. La hago más larga también por la intriga y porque me gusta detenerme en los detalles y describir alguna cosilla que otra :D
      sí, a mí me gusta comentar, bueno y que me comenten, claro

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